Esto no hay quien lo entienda. Tenemos el fútbol más profesionalizado del mundo, junto con el de Italia e Inglaterra y, por el contrario, unos servicios que recuerdan a la España de la pandereta y el bocata calamares. Es como si nos venden un Ferrari o un Lexus y para arreglarlos tenemos que ir al taller del tío Paco. Es una vergüenza lo que está sucediendo con los distintos comités disciplinarios. Y gran parte de esta culpa hay que achacársela al Consejo Superior de Deportes, por no poner remedio a estos despropósitos.
Al margen de si Cristiano Ronaldo estaba bien o mal expulsado, al margen de si fue justa la sanción de dos partidos que le impuso el Comité de Descomposición, al margen de si el de Apelación hizo bien o no en mantenerle el castigo y no concederle la cautelar, hay una cosa que no es de recibo, sino de cachondeo: el Comité Español de Disciplina Deportiva (CEDD).
No se puede consentir que est Comité, con sus santas pelotas (llueve sobre mojado), se reúna en vísperas del encuentro Real Madrid-Espanyol, y diga que no va a tratar el asunto, que ya lo hará más adelante. A mí me suena a burla. O a cobardía, osea, a no tener bemoles para mantener la sanción o para dejarla en un partido, con lo cual CR9 podría jugar en el Bernabéu contra el Espanyol.
Lo que digan los individuos esos que componen el CEDD la próxima semana o cuando se les antoje tratar el recurso del Real Madrid al respecto, es algo que ya no le importa a nadie, ni al jugador, ni al club ni al fútbol ni a nadie. Así que mejor que se olviden del tema y se queden en sus casitas, si es que ahí les aguantan. Desde luego, no se han ganado lo que cobran por formar parte del susodicho CEDD.
Un fútbol profesionalizado como el nuestro necesita una infraestructura seria, no ésta de grasiento bocata de calamares. El Consejo Superior de Deportes debería intervenir. Y también la Liga Profesional. ¿En eso se gastan sus subvenciones? ¿Acaso la Federación le da cuenta exacta de lo que hace con el dinero que recibe de la LFP?
